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Diabetes infantil

La diabetes tipo 1 se desarrolla más frecuentemente en niños y adolescentes, pero puede presentarse a cualquier edad. Constituye unas de las afecciones crónicas más frecuentes en la infancia.
La diabetes mellitus constituye un grupo de desórdenes metabólicos de origen múltiple caracterizado por el aumento de la glucemia en sangre en forma sostenida debido a una alteración en la secreción y/o en la actividad de la insulina.
La diabetes tipo 1 evoluciona debido a un auto-ataque de nuestro sistema inmunológico, que destruye las células beta productoras de insulina del páncreas, así la fabricación de la insulina va disminuyendo hasta desaparecer. La batalla que libran estas células puede denominarse enfermedad autoinmune.
Al inicio, la diabetes es silenciosa: durante meses o años, el sistema inmunológico destruye la capacidad del páncreas para producir insulina, cuando liquida el 80% de esta capacidad, se presenta la enfermedad. Los síntomas tempranos de esta enfermedad suelen ser inespecíficos y a veces la descubrimos hasta que el niño cae en coma y es diagnosticado en el hospital.
En niños sintomáticos la presencia de síntomas clásicos como polidipsia, poliuria, pérdida de peso orientan al diagnóstico de diabetes que se confirma con un nivel de glucosa en sangre (glucemia) por encima de 200 mg/dl independiente del tiempo transcurrido desde la última ingesta de alimentos.
En niños asintomáticos el diagnóstico se realiza con la presencia una glucemia en ayunas superior a 126 mg/dl o bien con el test de sobrecarga a la glucosa con una glucemia por encima de 200mg/dl a las dos horas posterior a la sobrecarga oral de glucosa.
Los principales factores de riesgo son:
Familiares de primer grado
Antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes como enf. Celíaca,tiroiditis.
Falta de amamantamiento, exposición temprana a la proteína de la leche de vaca
Incorporación precoz del gluten
Tóxicos ambientales
Obesidad, más el factor de riesgo puede acelerar la presentación de la diabetes en niños predispuestos
Cuando aparece la enfermedad, los niños con diabetes tienen:
Pérdida de peso
Hambre y sed intensa
Cansancio
Irritabilidad, cambio de carácter
Deshidratación
Nauseas y vómitos
Aliento olor a manzanas
Infecciones recurrentes de la piel
Candidiasis vaginal en niñas pre púberes
En algunos niños se manifiesta como un cuadro grave de cetoacidosis con hiperglucemia, tras padecer alguna infección o estado de estrés, por ejemplo luego de una infección en la garganta o intestinal o enseguida de sufrir un impacto emocional. Esto no significa que “le dio diabetes por un susto”, pero las emociones intensas si pueden desenmascarar o precipitar el debut en esta condición de la vida.
Entonces la diabetes es una enfermedad que aparece cuando el páncreas no produce la INSULINA suficiente para mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de los límites aceptables (70-100 mg/dl). Al comenzar el tratamiento los niños empiezan a sentirse mejor.
La diabetes es una enfermedad que podemos controlar si seguimos el tratamiento adecuado. El equipo a cargo del paciente con diabetes debería estar compuesto por: el pediatra, enfermera orientada a la atención del paciente diabético, licenciados en nutrición, equipo de salud mental y trabajadores sociales.
Para ello es indispensable lograr un equilibrio en los pilares del tratamiento:
Controles de la glucemia diaria
Colocación de la insulina
Alimentación sana y acorde
Actividad física regular
Educación diabetólogica
Control periódico al médico especialista en diabetes
La insulina es el único medicamento eficaz para disminuir los niveles de glucemia en la diabetes tipo 1. El tratamiento se inicia en forma inmediata al diagnóstico, desde el comienzo. La insulina es utilizada desde el año 1922 desde su descubrimiento.
La amplia disponibilidad de las diferentes insulinas, con diversos perfiles de acción, permite imitar el patrón de secreción fisiológico, pero es muy importante tener en cuenta la edad del niño, características de la familia, educación y estilo de vida.
La vía de administración es subcutánea, para ello se dispone de jeringas, lapiceras que permiten la aplicación con agujas muy confortables o bombas de infusión. La familia y el paciente deben recibir un entrenamiento adecuado para el uso de los diferentes dispositivos.
El monitoreo efectuado por el paciente o sus cuidadores forma parte integral del tratamiento de la diabetes. El control realizado mediante tiras reactivas utilizando un aparato, permite ajustar las dosis de insulina, prevenir hipoglucemias, ajustar la dieta y el ejercicio. En tratamientos convencionales se deben efectuar de 3-4 veces al día, ideal 4 y que sean pre-prandiales.
Las recomendaciones nutricionales para los niños con diabetes se basan en las recomendaciones de alimentación saludable de todos los niños, y por lo tanto de toda la familia. Es importante que un licenciado en nutrición con experiencia en diabetes infantil forme parte de la atención interdisciplinaria. Siempre supervisar la conducta alimentaria de la familia y del niño. Se debe tener en cuenta que las recomendaciones nutricionales son dinámicas y que varían con el crecimiento del niño, en la relación con sus pares, en los nuevos ámbitos en los cuales desarrolla sus actividades etc.
Siempre evitar los episodios de hipoglucemias en relación a la alimentación, a la insulina y a la actividad física.
Está universalmente aceptado que no se deben restringir los hidratos de carbono en pacientes con diabetes. Se recomienda los provenientes de cereales integrales, legumbres, frutas, vegetales y lácteos descremados.
Se recomiendan los ejercicios aeróbicos, el aumento de la actividad física interviene en el control del peso, a largo plazo reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular por su influencia beneficiosa sobre los lípidos y la tensión arterial, además promueve el bienestar físico y mental. En todos los niños la actividad física produce un aumento de la sensibilidad a la insulina, lo que resulta beneficioso para los pacientes con diabetes porque disminuye los niveles de glucemia.
Luego del alta del niño las consultas serán 2 veces por semana para el ajuste del tratamiento y control de los objetivos glucémicos y de alimentación. Se debe acompañar para que en forma paulatina retornen a sus rutinas habituales incorporando los cuidados de la diabetes.
Es conveniente que el niño y adolescente con diabetes tenga por lo menos 4 consultas programadas en el año, sobre todo si presentan dificultades en el manejo de la diabetes o cuando los pacientes son menores de 5 años.
La hemoglobina glicosilada es el análisis que debe realizarse cada tres meses para evaluar el tratamiento del niño, al igual que evaluación tiroidea y screening para celiaquía, fondo de ojo y microalbuminuria al menos una vez por año.
En los adolescentes interrogar sobre inicio de relaciones sexuales, asesorar sobre los cuidados para evitar enfermedades de transmisión sexual, en las niñas asesorar sobre riesgos de embarazos no programados.
Es importante que la familia y amigos del niño participen del tratamiento, con la ayuda del equipo de salud se podrán aprender a realizar los cuidados necesarios y evitar la aparición de las complicaciones a corto y a largo plazo.
Uno de los pilares del tratamiento de la diabetes, consiste en educar al niño y a su familia sobre todo lo referido a la patología. Es un proceso que empieza desde el momento del diagnóstico y continúa a lo largo de la vida del paciente.
Dr. Daniel Fernández.
Esp. en Pediatría Diabetes infantil MP24301 ME 15544

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